¿Nadie se mosquea con esta obsesión de los burócratas de Bruselas y su cuerda de títeres por mantenernos permanentemente atemorizados? Tras el miedo pandémico, ahora nos preparan para la guerra y el apocalipsis climático. Los globalistas y sus políticos no protegen a los ciudadanos: los someten con miedo, control y propaganda. No quieren tu seguridad, promueven tu obediencia. Su verdadero combustible es la inestabilidad y la dependencia, nos quieren dóciles, sumisos y asustados, para que cambiemos una vana seguridad, a cambio de ceder nuestras libertades.
El cuento es el mismo pero con diferentes ingredientes. Europa es la Unión Europea, y la Unión Europea está representada por unos funcionarios, a los que nadie ha elegido y que son los únicos valedores de la paz y del sacrosanto bienestar. Esto es así y nadie lo puede negar, salvo pena de excomunión, perdón, de cancelación. Si todavía el móvil no te ha engullido el cerebro y ves que nuestra economía va cada vez peor, que todo es cada vez más caro, que la vida es cada vez más difícil que no te engañen tus cansadas neuronas: Europa y su sanedrín de “chupópteros”, son la reserva espiritual de Occidente y tú no te enteras.
De veras que el cuento es el mismo, pero con colorines. Se ve que perder en menos de 5 años, más de un 30% de poder adquisitivo no es un problema. La acuciante preocupación es Putin que está deseando invadirnos, pero mientras miramos con desconfianza hacia las estepas, continúan invadiéndonos, por millones, desde el sur. Creo que la geopolítica no conjuga con el relato. Eso sí, a hipotecarnos en 800.000 millones de euros más, para que los grupos de presión continúen forrándose con los contratos de compra de armamento. Lo hicieron con mascarillas y discutibles medicamentos, no dudes que lo van a hacer con las armas. Perdón, perdón, que no es gasto en defensa, sino salto tecnológico según palabras de su honorable Sanchidad, defensor de los creyentes.
Si tú, simple currante, piensas que el Pacto Verde es otro cuento de antología, debes hacértelo mirar. No estás siendo suficientemente ecoresiliente o sencillamente eres idiota. Debes preocuparte si percibes que todas —todas— las previsiones sobre el cambio climático fallan como una escopeta de feria. Debes medicarte si detectas que el catecismo climático no es más que un discurso retórico para enmascarar un cambio de paradigma económico transformado en un lucrativo negociete para unos pocos. Realmente te sería más cómodo, menos sacrificado, pensar que por cuidar tu huella de carbono, pagar más impuestos y desplazarte en patinete Europa va a salvar el planeta de la inminente catástrofe, que permanentemente cambia su fecha de colapso.
El cuento tiene muchos nombres y muchos más adjetivos. Que no te la cuelen. Manejan el marketing y son hábiles negociantes. Solo te quieren para que liquides impuestos, por eso te anestesian con una asfixiante cultura del ocio. Si pese a ello ves que tus ciudades se están desmoronando a toda velocidad, que la inmigración masiva ha trastocado tu barrio, que donde antes había vecindad ahora hay una inseguridad asfixiante… no, que no te engañen tus ridículas apreciaciones: la ingeniería social, la sociedad multicultural es una oportunidad única de tolerancia y próspera convivencia.
¡Qué no te la cuelen! Si la Bruja von der Leyen proclama que quiere convertir los ahorros privados en inversiones, no te preocupes, es por nuestro bien y el futuro de nuestros hijos. Sobre todo de sus hijos. Si lees que la multinacional china Huawei se reúne con eurodiputados para untarles y negociar chanchullos, no, no te preocupes. Eso es por el bien de Europa. Todavía no se ha resuelto el asunto de los brutales sobornos de Marruecos a muchos eurodiputados, para obtener beneficios y condiciones preferenciales para nuestro agresivo vecino de al lado, y ahora nos salen con los chinos. Resulta divertido el ominoso silencio sobre estos espectáculos políticos, y más recordar que el segundo escándalo se derivó a la policía marroquí para que lo investigue. ¡De concurso!
Pero donde nos van a colar un gol del tamaño del meteorito redentor es con lo del euro digital. Su gran apuesta, su gran herramienta, para nuestra segura comodidad. Christine Lagarde anunció recientemente la puesta en marcha del euro digital el próximo mes de octubre, con la consiguiente reducción al mínimo del dinero en efectivo. El Banco Central Europeo (BCE) acelera su estrategia, adelantando su lanzamiento a este ejercicio, lo que ha disparado la justificada alarma entre defensores de la privacidad financiera y asociaciones para la defensa del efectivo y de los derechos civiles. No nos podemos imaginar lo unidos que van estos conceptos.
El proyecto del euro digital, inicialmente previsto para 2027, ha sido repentinamente adelantado casi dos años, lo que ha sorprendido a todo el personal. El BCE sostiene una clara intención de mantener un elevado nivel de vigilancia sobre las transacciones y las personas tras estas. La experiencia de la dictadura china y sus sistemas de crédito social, o lo acontecido en Australia o Canadá, donde se congelaron activos para “castigar” lo que el gobierno califica como disidencia, son muestras tan claras, como recientes, de a qué desean jugar estos insaciables políticos. ¿Te parece normal que una medida “tan revolucionariamente totalitaria” no se debata en ningún parlamento?…
No es una novela distópica, no es una serie televisiva. Combina el control de los medios, las ciudades de 15 minutos, las monedas digitales, la estrategia de la cancelación. Solo tienes que ir uniendo los puntos. Y cada día están más desesperados por transformar el mundo, adaptándolo a sus siniestras y totalitarias ensoñaciones. El agua está calentándose y la ranita continua feliz y contenta.
Piensa. No son infundadas preocupaciones, ya que el diseño técnico de una CBDC permitiría potencialmente establecer limitaciones sobre dónde, cuándo y en qué se puede gastar el dinero. Regular fechas de vencimiento para estimular el gasto, o bloquear el acceso a fondos a ciertas personas o colectivos. Todo a gusto del legislador o del dictador de turno. Y ahora mismo, el virus del totalitarismo más hipócrita esta desbocado.
El euro digital se impone como una versión centralizada de una criptomoneda. Pero su blockchain estará, por su propio planteamiento, más concentrada en un menor número de nodos y esto la hará más vulnerable para ataques que puedan quebrantar su registros. Son muchísimas las peticiones ciudadanas reclamando que el euro digital no debe convivir sin el dinero físico bajo ningún concepto.
A medida que se acelera la fecha, el debate sobre el euro digital y sus restricciones para la libertad financiera y la privacidad de los ciudadanos aumenta exponencialmente. Es un tema de enorme trascendencia conjugar el futuro del dinero y el equilibrio entre innovación tecnológica y derechos civiles. La privacidad es un derecho, no un privilegio, que está amenazado bajo el euro digital. ¡Qué no te la cuelen! El dinero en efectivo es garantía de libertad y hay que repetirlo todos los días.
Luis Nantón Díaz
QUE NO TE LA CUELEN
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SIEMPRE APRENDIENDO

Ante todo gracias por tu visita.
Te presento un recopilatorio de los artículos que semanalmente se publican en el CANARIAS 7, y que con auténtica finalidad terapéutica, me permiten soltar algo de lastre y compartir. En cierta medida, de eso se trata al escribir, de un sano impulso por compartir.
La experiencia es fruto directo de las vivencias que has englobado en tu vida, y mientras más dinámico, proactivo y decidido sea tu carácter, mayor es el número de percances, fracasos, éxitos… Los que están siempre en un sofá, suelen equivocarse muy poco…
Y, posiblemente eso sea la experiencia, el superar, o al menos intentarlo, infinidad de inconvenientes y obstáculos, procurando aprender al máximo de cada una de esas vivencias, por eso escribo, y me repito lo de siempre aprendiendo, siempre.
Me encantan los libros, desvelar sus secretos, y sobre todo vivificarlos. Es un verdadero reto alquímico. En su día, la novela de William Goldman “La Princesa Prometida” me desveló una de las primeras señales que han guiado mi camino. La vida es tremendamente injusta, absolutamente tendente al caos, pero es una experiencia única y verdaderamente hermosa. En esa dicotomía puede encontrarse ese óctuple noble sendero que determina la frase de aquel viejo samurái: “No importa la victoria, sino la pureza de la acción”.
Como un moderno y modesto samurái me veo ahora, en este siglo XXI… siempre aprendiendo. Los hombres de empresa, los hombres que intentamos sacar adelante los proyectos de inversión, la creación de empleo, los crecimientos sostenibles, imprimimos cierto carácter guerrero a una cuestión que es mucho más que números. Si además, te obstinas en combinar el sentido común, con principios, voluntad de superación y responsabilidad, ya es un lujo.
Si también logramos inferir carácter, lealtad y sobre todo principios a la actividad económica, es que esa guerra merece la pena. Posiblemente sea un justo combate.
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