La forja y madurez de la personalidad, es compatible con la vida profesional. Los retos empresariales, combinan perfectamente con una vida rica en lo espiritual, los recursos de todo tipo se optimizan, cuando lo vemos desde una óptica de insuflar orden en el caos. Para nada son caminos excluyentes, todo lo contrario.
Los cambios no llegan por simple evolución. Hay quien tiene un cambio brusco en su vida que le permite una reorientación en beneficio de su espíritu. Lo más normal es que sean una serie de acontecimientos continuos en la vida, los que van sirviendo al despertar del Ser. Estos acontecimientos son de dos tipos: los voluntarios y los involuntarios. Entre los primeros, se encuentran todos los debidos a la propia planificación de la vida. El querer hacer de la propia una vida heroica es lo más importante para ello. Quien sólo busca la comodidad, no llegará a ningún sitio. Entre los segundos acontecimientos, estarían todos los que el destino le depara: accidentes, muerte de familiares o amigos, desengaños afectivos. Éstos son inevitables y surten algún efecto si uno está llamado a ello, de todo se aprende.
Ahora las últimas líneas de Jose Diaz, desde Nepal, tras la experiencia de un nuevo vipassana. Muchas gracias por su compasión, muchas gracias por su labor. Que al menos su día a día, sus palabras y su ejemplo, nos ayuden a entender y vivificar eso….la compasión.
Hola a todos,
Recién salido de un curso de meditación Vipassana, una nueva aventura en el andar por la vida de una manera más consciente y más amorosa (con uno mismo y con quienes nos rodean). Aprender a descubrir por qué sufrimos, cómo mantenernos en calma ante las adversidades y no apegarnos a nada. No es fácil, pues hemos evolucionado en una sociedad donde se promociona el placer y la adquisición de bienes personales como fuente de felicidad (pasajera y que necesita renovarse con más placer y más bienes personales en un cuento de nunca acabar). En fin, algo para reflexionar, o más bien, que nos haga salir de esta loca espiral.
Justo antes del curso estuve en casa de Babita, una señora que tiene acogidos a doce niños huérfano y que nos había pedido ayuda para mantener a los niños. Fui con Binod y con Kumar para ver la casa y conocer a los niños. Es un gran motivo de satisfacción ver a gente como Babita implicados en querer ayudar a niños que necesitan ayuda, y ver sus esfuerzos por salir adelante me motivan y por supuesto le hemos concedido fondos para contratar una ayudante y para comprar comida este año.
También aprovechamos para convocar a algunas mujeres de la aldea que tienen muchas dificultades para mantener a sus familias y escolarizar a sus hijos. Les propusimos, con la ayuda de Babita, de comenzar un proyecto de cría de cabras. Se mostraron muy interesadas, y acordamos que proporcionaríamos dos cabras a cada mujer y ellas nos darían una cría por cada cabra cuando estas parieran. Dichas crías las utilizaría Babita para genere recursos propios que hagan que su casa se a más autosuficiente en el futuro. Justo ayer volvieron Ramesh y Binod a verse con las mujeres para firmar el acuerdo.
Y yo me pregunto….¿Vale la pena todo este esfuerzo diario? ¿Vale la pena levantarse por la mañana y comenzar un nuevo día? ¿Vale la pena todo el sufrimiento que a veces conlleva vivir, incluso con uno mismo?…..No siempre encuentro respuestas, pero hoy si creo que vale la pena, pues somos algo más que lo que pensamos…algo mágico……y sentirnos cerca de esa magia que es la vida, sin dejarnos oprimir por las circunstancias….es el camino de la liberación, de la auténtica felicidad que no está sujeta al exterior….sino a sentirnos vida, energía, parte de algo especial. Esto solo sucede cuando nos rendimos, cuando apagamos la cabeza, nos desprendemos de todo, morimos a todo…..y, de repente, sonreímos de lo tanto que nos complicamos la vida. ¿O me ocurre esto solo a mí?
Os lo diré de otra manera. Hoy siento una enorme compasión por mí mismo y por todos ustedes, por la humanidad. Y deseo de corazón que todos vivamos en amor, en compasión, en paz. De pequeño tenía la sensación de que había muchas cosas mal en este mundo…y acumulé rabia. Parte de esa rabia me hizo ser quien soy y dar los pasos que he dado, pero no siempre consciente de lo que estaba haciendo, y moviéndome más por impulsos. Ahora miro atrás y digo….”Dios Mío”….¿Hacía falta sufrir tanto? No podría ser todo algo más sencillo? Depende de nosotros…..pero no nacemos con toda la sabiduría de un Buda….y en eso consiste vivir….en llegar a sentir esa compasión por todo ser vivo. ¿El camino? Puede ser duro de cojones….y perdonen por la expresión….pero así lo siento. Aun así, todo en la vida creo merece la pena si antes de morir….tenemos aunque sea un atisbo de esa compasión.
Un fuerte y sentido abrazo. Que sea hoy un día muy especial.
José Diaz
Purnastapana Kendra (RUHEL)
Saraswoti village
Nawalpur 11, Hetauda
Makwanpur District
Nepal
Related posts
SIEMPRE APRENDIENDO
Ante todo gracias por tu visita.
Te presento un recopilatorio de los artículos que semanalmente se publican en el CANARIAS 7, y que con auténtica finalidad terapéutica, me permiten soltar algo de lastre y compartir. En cierta medida, de eso se trata al escribir, de un sano impulso por compartir.
La experiencia es fruto directo de las vivencias que has englobado en tu vida, y mientras más dinámico, proactivo y decidido sea tu carácter, mayor es el número de percances, fracasos, éxitos… Los que están siempre en un sofá, suelen equivocarse muy poco…
Y, posiblemente eso sea la experiencia, el superar, o al menos intentarlo, infinidad de inconvenientes y obstáculos, procurando aprender al máximo de cada una de esas vivencias, por eso escribo, y me repito lo de siempre aprendiendo, siempre.
Me encantan los libros, desvelar sus secretos, y sobre todo vivificarlos. Es un verdadero reto alquímico. En su día, la novela de William Goldman “La Princesa Prometida” me desveló una de las primeras señales que han guiado mi camino. La vida es tremendamente injusta, absolutamente tendente al caos, pero es una experiencia única y verdaderamente hermosa. En esa dicotomía puede encontrarse ese óctuple noble sendero que determina la frase de aquel viejo samurái: “No importa la victoria, sino la pureza de la acción”.
Como un moderno y modesto samurái me veo ahora, en este siglo XXI… siempre aprendiendo. Los hombres de empresa, los hombres que intentamos sacar adelante los proyectos de inversión, la creación de empleo, los crecimientos sostenibles, imprimimos cierto carácter guerrero a una cuestión que es mucho más que números. Si además, te obstinas en combinar el sentido común, con principios, voluntad de superación y responsabilidad, ya es un lujo.
Si también logramos inferir carácter, lealtad y sobre todo principios a la actividad económica, es que esa guerra merece la pena. Posiblemente sea un justo combate.
Ver más