EL ENEMIGO DEL SUR

El hostigamiento de nuestros vecinos está llegando a límites realmente insufribles con lo que está aconteciendo en estos momentos en Ceuta, con una verdadera invasión propiciada por Marruecos. Saben que tenemos un gobierno pusilánime, una sociedad débil que iniciará interminables debates en los medios, arrojando toneladas de medias verdades y estupideces, mientras promueven la llegada de miles de sus conciudadanos. No podemos continuar siendo un paraíso para los menas, no debemos permitir que las entidades globalizadoras continúen con sus experimentos de ingeniería social en medio de una crisis sanitaria y económica de dimensiones mundiales. En Canarias seguimos sufriendo diariamente este descontrol, mientras camuflamos nuestra indiferencia, con una máscara de hipócrita solidaridad.

“El enemigo del sur” es un magnífico texto del polémico y magistral politólogo Ernesto Mila, tan certero en sus análisis, como absolutamente incorrecto políticamente hablando. En este libro se expone un completo estudio de la creciente hostilidad de Marruecos en relación a España, con vectores tan cruciales como la inmigración, el tráfico de hachís y la guerra económica, fundamentalmente en lo relacionado a la pesca y la agricultura. El que desde Canarias el problema no esté al sur, sino a un tiro de piedra, solo acentúa la certera apreciación del imparable conflicto.

En las tres últimas décadas, nuestros sucesivos gobiernos se han negado a reconocer el conflicto –no así el Estado Mayor cuyos planes de defensa contemplan especialmente la posibilidad de una confrontación con Marruecos- y aún hoy tienden a minimizar cualquier pugna. No entienden que por muchos TOYOTAS que les regalemos, continuarán utilizando su brutal problema demográfico como arma de negociación y ataque. Es indispensable el adoptar una línea de fortaleza, frente a una dictadura islamista, que somatiza nuestra solidaridad como una enfermiza debilidad. Hay que terminar inmediatamente con el efecto llamada que lacera nuestra sociedad y nuestra economía, y terminar con esta alocada jornada de puertas abiertas que nos arrastra al caos y a la ruina. Y mientras todo esto ocurre, nuestro flamante ministro de Interior, Sr. Grande-Maslaska afirma: “Tenemos una relación con el Gobierno de Marruecos absolutamente fructífera en materia migratoria”.

Mientras, muchas ONG y Asociaciones ya se están frotando las manos, ellos cotizan y facturan a la entrada, y así mantienen sus asalariadas estructuras, pero después nadie va a rescatar a todos estos inmigrantes. Los inmigrantes ilegales son la mano de obra inmediata, necesaria, para que los líderes mundialistas sigan construyendo un mundo de desarraigo, barbarie e insípida uniformidad. A ese mismo futuro estamos todos convocados, vengamos de donde vengamos y seamos quienes seamos. Para esa gente todos somos inmigrantes y esclavos en potencia.

Hay que “apretarse los machos” porque tenemos mucha “mar de fondo”. Israel, continúa realizando prácticas de tiro al palestino, en algo que intentan presentarnos como un conflicto entre iguales, y no como un sistemático genocidio. Tampoco es casual que hace unos días Azerbaiyán violara la frontera con Armenia, despliegue coincidente con los movimientos del ejército ruso en la frontera con Ucrania, y todo ello sazonado con las agrias relaciones entre China y los Estados Unidos, mientras Gran Bretaña envía buques y submarinos al Mar Negro.

Y mientras todo esto acontece, mientras se aproxima una enorme crisis mundial que amplía nuestros problemas domésticos, mientras suenan tambores de guerra por medio mundo, la pandemia continúa todavía arrastrándolo todo, mientras nosotros proseguimos ensimismados con NETFLIX, con la coleta de Iglesias y las declaraciones de no sé qué Rocío. Vae victis.

Luis Nantón Díaz